Extraemos los cordales cuando producen dolor, abscesos (flemones), también por caries en la propia pieza o en las vecinas, o por ortodoncia.
Es la resección quirúrgica de un foco que rodea al ápice de un diente. Habitualmente se produce pérdida de hueso por lo que aplicamos técnicas regenerativas.
Cuando se ha perdido hueso y necesitamos recuperarlo para poder colocar implantes dentales, recurrimos a las técnicas de regeneración ósea. Previamente hemos realizado un minucioso estudio del hueso a tratar, con un TAC de los huesos maxilares, y elegimos la técnica más adecuada para cada caso. Hacemos regeneración desde la preservación alveolar, cuando se pierde un diente, hasta aumentar el volumen óseo tanto en anchura, como en altura. Para esto practicamos técnicas de cirugía avanzada y utilizamos biomateriales de última generación.
Desplazamos la membrana de Schneider del seno maxilar para ganar volumen, lo que nos facilita el poder colocar implantes.
Son dispositivos fabricados a medida, en titanio, por tecnología CAD-CAM (digital), a partir de un TAC de los maxilares. Las barreras se fijan sobre el hueso atrofiado, rellenas con los biomateriales y se dejan durante cuatro o cinco meses para que en su interior se vaya formando hueso nuevo y encía.
Son dispositivos fabricados a medida, en titanio, por tecnología CAD-CAM (digital), a partir de un TAC de los maxilares. Las barreras se fijan sobre el hueso atrofiado, rellenas con los biomateriales y se dejan durante cuatro o cinco meses para que en su interior se vaya formando hueso nuevo y encía.
Son láminas de titanio a medida, que se fijan al hueso atrofiado, para regenerar tramos más pequeños de una o dos piezas dentales.
La recesión gingival es la pérdida de encía que cubre al diente, haciéndolo más largo, asomando la raíz. Produce sensibilidad, dolor al cepillado.
En nuestra clínica hacemos reposición de la encía con injerto de tejido conectivo o sin él dependiendo del estado de la encía retraída.