En odontología general se engloban los tratamientos básicos para conservar los dientes y encías sanos evitando así el deterioro y pérdida de los mismos.
La tartrectomía es la eliminación del sarro y la placa bacteriana o biofilm que se deposita en los dientes con ultrasonidos. De esta manera estamos evitando que la placa progrese y dañe los tejidos vecinos: la encía y el hueso que sostiene al diente. Recomendamos hacer una limpieza al año. En caso de tener mucha sensibilidad por parte del paciente, se realiza con anestesia local, y la experiencia es sin dolor.
En odontología conservadora incluimos los tratamientos que realizamos a los dientes dañados por caries, traumatismos o roturas. El más sencillo es el empaste que hoy en día se realiza en composite. Primero se elimina el tejido dañado y después se rellena con el composite y se recupera la función tanto masticatoria como estética. Estos tratamientos son mínimamente invasivos, para no dañar al diente más de lo necesario. La odontología mínimamente invasiva es otro de los principios que aplicamos en nuestros tratamientos.
Consiste en la eliminación del nervio que está enfermo, dentro de un diente. También se le denomina “matar el nervio”. Para ello utilizamos las técnicas más avanzadas con sistemas rotatorio y recíproco. Después se limpian y prepara los conductos radiculares para rellenar con materiales biocompatibles. Se realiza con anestesia local, para no sentir dolor durante el tratamiento. Con la endodoncia evitamos la extracción del diente afectado.
Las radiografías se realizan con la mínima exposición en tiempo e intensidad y se muestran en tiempo real en la pantalla del ordenador.
Las radiografías se realizan con la mínima exposición en tiempo e intensidad y se muestran en tiempo real en la pantalla del ordenador.